Cuando nuestros alumnos y alumnas llegan a 4º de Secundaria sabemos que hay un día muy especial que es el día de la Graduación. Es especial para todos ellos, sus familias y para el profesorado. Son muchos los afectos y sentimientos que afloran de una manera muy especial.
Para los protagonistas supone la evidencia de un final y un cambio. Final de una etapa educativa en un entorno conocido y familiar. Cambio a lo desconocido, posiblemente sin sus compañeros y compañeras hasta ahora.
Para los padres y madres ver que sus niños y niñas ya no lo son, que se han hecho mayores. Esas miradas de orgullo y cariño hacia sus hijos llenan la tarde con la satisfacción del logro conseguido.
Para el Colegio y el equipo docente la satisfacción del deber cumplido. Nuestros alumnos y alumnas desde los tres años han llegado a la meta. Se nos van. Nos sentimos responsables de lo que son, de dónde han llegado y donde pueden llegar. Solo desearles lo mejor y mucha felicidad. Y a esos padres y madres agradecer el que nos hayan permitido compartir este tiempo de crianza, educación y formación del que solo quedan los buenos momentos vividos. Colegio Larrodé será su casa para siempre.